Per Moensted – ¨Las claves del éxito¨
Pocas personas han forjado su propio éxito. Y muchas menos lo han conseguido varias veces. Pero Per Mønsted es una de ellas. Tras haber cosechado varios grandes éxitos, el empresario danés se ha establecido en la Costa del Sol. Decidió ir hasta allí para disminuir el ritmo, pasar más tiempo con su familia y disfrutar de la buena vida. Pero todos esos propósitos no han durado mucho y ahora quiere revolucionar el mercado inmobiliario.
Los empresarios suelen tener que recorrer un largo camino para alcanzar el éxito. Pero para Per Mønsted, el camino ha sido muy largo. Su viaje empezó cuando solo tenía 7 años y decidió coger sus cosas e irse de casa. No lo hizo por diversión. Lo hizo para construir su propia vida.
«En nuestra sociedad falta la voluntad de querer arriesgarse. Hay demasiados cobardes».
Hijo del diente de león
Los dientes de león crecen en cualquier lugar, incluso en el asfalto. Esta analogía encaja perfectamente con la historia de Per Mønsted. Se sabía el camino y recorrió los cinco kilómetros que lo separaban de la casa de sus abuelos, en las afueras de la ciudad. Llamó al timbre y preguntó si podía vivir allí. «Mi madre solo tenía 17 años cuando llegué a este mundo, y nunca he visto a mi padre. Cuando tenía siete años fumaba y robaba cosas del supermercado. Mi madre no era capaz de ocuparse de mí. Por suerte, sabía lo mal que iba todo. Y por suerte mis abuelos me acogieron», afirma Per Mønsted. Así, el diente de león empezó a crecer, incluso en el colegio. «A diferencia de muchos otros empresarios, tengo una buena educación. Los estudios me resultaban interesantes y me proporcionaron herramientas que podía utilizar para mi sueño de ser autónomo», explica Per. Vivía con muy poco dinero, pero se lo pasaba en grande. La situación se puso muy interesante cuando empezó a estudiar el mundo de las células madre en la universidad. «Tenía un profesor al que le encantaba ese ámbito y sabía mucho sobre el tema.
Por unos 94.000 €, fundamos la empresa StemCare, el primer banco de células madre de Dinamarca», afirma el empresario danés. Per nunca olvidará los animados debates y la feroz competencia con Klaus Riskær-Petersen. Y tampoco olvidará cómo fue aclamado en la portada del Jyllands-Posten y solo cuatro días después, en el mismo periódico, fue criticado públicamente. «Es un sector apasionante, pero también difícil y muy emotivo. El tiempo ha demostrado que algo hicimos bien. Y por eso recibimos una oferta de compra con una cifra de once dígitos», añade Per Mønsted. Nos acercábamos al año 2010 y la tendencia de las compras online no dejaba de aumentar. Y por eso Per decidió seguir esa tendencia. Se planteó por qué no existía una buena solución de financiación para las compras online.
Emprendedor en serie
ViaBill fue el siguiente proyecto de Per Mønsted. Y también supuso un gran cambio de sector. «Me encanta probar cosas nuevas. Una vez que el negocio está en marcha, empiezo a aburrirme y quiero probar algo nuevo. Y si es en un sector diferente, es aún más emocionante para mí», explica Per, que esta vez se embarcó en un proyecto aún mayor. Durante dos años contrató a 16 personas para desarrollar y trabajar en el producto que iba a ofrecer a los daneses una forma de financiar sus compras online. Durante dos años no ganó ni un céntimo. Pero las cosas empezaron a ir bien, y en solo 22 meses la empresa captó 100.000 clientes. «Como emprendedor, hay que saber mantener el tipo, creer en tu producto e invertir todo lo necesario. Si no tienes dinero, busca un inversor», dice Per Mønsted, que más tarde vendió sus acciones en ViaBill por una cifra de doce dígitos, una de las mejores decisiones empresariales de su vida.
Este empresario de éxito prefiere no dar consejos a los nuevos empresarios. Y es que opina que todos tenemos que ser ambiciosos y no seguir nunca los pasos de los demás, porque así es imposible salir adelante. Asimismo, hay que demostrar educación y profesionalidad y tener un plan listo para no dejar títere con cabeza, ya que rara vez hay espacio suficiente para todos en un mismo mercado. «Mi consejo no es suficiente. Todos necesitamos una buena formación y, por desgracia, creo que las jóvenes mentes empresariales actuales no están suficientemente preparadas. Muchos no saben cómo crear un presupuesto, no saben cuáles son sus gastos fijos y no diferencian entre débito y crédito. Me parece increíble que en la actualidad no se enseñe economía privada en los centros educativos», añade con tono franco Per Mønsted, que cree firmemente en el concepto de economía privada. Suele fijarse en los hábitos de consumo actuales. «Los jóvenes de hoy en día se gastan un dineral en un café y un bocadillo de Starbucks o similar. En mis tiempos, nos llevábamos la comida en un tupper de casa y tomábamos un vaso de agua. Eso son unos 400 € al mes y casi 4800 € al año que nos gastamos tan alegremente. Pasados tres años, ese número asciende a más de 14.400 €, que podrían haberse invertido en la entrada de un piso pequeño o en la creación de una pequeña empresa». Estas son algunas de las cualidades que Per Mønsted intenta enseñarles a sus hijos. Deben ser ambiciosos y aprender a trabajar para alcanzar sus objetivos, aunque hayan nacido en una cuna de oro. La mujer de Per, Mette, está totalmente de acuerdo.
Una familia de lo más cariñosa
Se conocieron hace poco más de 20 años y a día de hoy tienen tres hijos. El mayor acaba de entrar en el internado de Herlufsholm y recibe una beca del estado. Pero un 10 % tiene que ahorrarlo. Asimismo, Per Mønsted no duda en preguntarle a su hijo pequeño sobre sus ahorros en cada momento. No lo hace para ser duro con ellos, sino para ayudarles a madurar y enseñarles algunos aspectos de la economía personal. Es fácil enseñar a los demás de manera sincera. «Mi familia es lo más importante para mí y sin duda son mi mayor proyecto, por así decirlo. Seguramente los aprecio tanto porque vengo de la nada» —dice abiertamente—, subrayando que la familia funciona tan bien gracias a su mujer. «A veces he tenido que pasar temporadas largas fuera, pero por suerte Mette viene de una familia emprendedora y entiende que es necesario trabajar mucho para obtener el éxito. Si no fuera así, las cosas serían muy diferentes para mí», afirma el empresario danés, listo para emprender su aventura en el mercado inmobiliario español.
«Por desgracia, los jóvenes de hoy en día no han recibido la preparación correcta. Muchos ni siquiera saben hacer un presupuesto».
El deseo de revolucionar el mercado inmobiliario
Cuando la familia llegó a España para cumplir su sueño, no sabían por dónde empezar. Per Mønsted no recibió la información y la orientación de los agentes inmobiliarios que esperaba, y le pareció que todo lo que le decían los abogados y los gestores era muy ambiguo. «Aquí, los intermediarios se quedan con el 5 % de la transacción. Es más del doble de lo que se gana por transacción en Dinamarca. Es una barbaridad», afirma Per, anunciando que su nueva iniciativa, Mojo Estates, empezará a funcionar dentro de seis meses.
«Hemos pasado mucho tiempo tratando con los bancos para ver cómo piensan y cómo calculan los préstamos y las hipotecas. Asimismo, hemos intentado convencerlos de que acepten el concepto de aprobación previa a la hipoteca, para que tanto nosotros como nuestros compradores podamos tener una visión correcta del presupuesto antes de la compra. En demasiadas ocasiones, las transacciones no se llegan a finalizar por la falta de claridad en el presupuesto» —dice Per Mønsted—, que se ha asociado con Jacob Johansen, un empresario con una gran experiencia en el sector.
Mojo Estates también es Mojo Rental. «El 80 % de los compradores actuales compra alojamientos para las vacaciones. Eso tiene un gran potencial para crear oportunidades de alquiler, y nosotros ayudamos al comprador a aprovechar al máximo esta opción. Así obtienen un buen trato y la comisión de venta más baja del mercado, un 30 % menos que con otras empresas. Tenemos que ser mejores, más baratos e ir unos pasos por delante de los demás. Eso es lo que tenemos que hacer» —añade el nuevo intermediario—, que ha invertido mucho en su último proyecto. «Sé que muchos inversores a corto plazo se han centrado en la Costa del Sol en los últimos años, pero nosotros estamos invirtiendo, pensando a largo plazo y tenemos en mente un concepto diferente que perdurará aunque el mercado cambie», concluye Per Mønsted tras una larga charla. Nos invitó a entrar en su nueva casa familiar en Benalmádena. No hay que ser muy inteligente o tener una gran imaginación para ver que ha invertido mucho dinero y tiempo en esta nueva casa familiar. Todo es nuevo y está diseñado con líneas perfectamente cuidadas, con varias ventanas que cubren toda la pared y vistas del Mediterráneo.
Desde aquí, Per Mønsted, que ahora tiene 48 años, reflexiona a menudo sobre la vida. Solo él sabe si piensa en el futuro o prefiere echar la vista atrás. Seguramente ambas. Y asegura que su último proyecto será, algún día, un proyecto para la infancia. Será un proyecto diferente y sostenible, que apoyará a niños y jóvenes. Su visión es clara. También sus recuerdos del pasado. Per Mønsted es la historia del diente de león que encontró la clave del éxito.
«Dicen que es conveniente cambiar la dirección del sector. Para mí, es imprescindible. Porque si no, me aburro».
Per Moensted